Azahara llevaba unos días hablándome de cómo era su vestido de Primera Comunión. Le ilusionaba sobre todo el color, turquesa, su favorito.
Quedamos alrededor de un mes antes del gran día, junto al río Cabriel, en un lugar de ensueño, para hacerle unas fotos a ella, a su familia y a su amigo Asier, que junto a ella iba a celebrar su Primera Comunión. Azahara estaba más que preciosa, como cabía esperar y, además, se notaba que ya es una experta en esto de que le hagan fotos y lo demostró posando así de bien. Eso sí, cuidando en todo momento de que su vestido no sufriera ningún daño.
Estas sesiones son siempre especiales por que la emoción y los nervios que tiene los niñas y niñas por todo lo que está pasando (la Comunión, el vestido nuevo que les hace sentirse como auténticos príncipes y princesas, el protagonismo, reunirse con todos sus seres queridos, etc. ), se refleja en sus ojos y queda plasmado en las fotos. A mí, personalmente me encanta hacerlas y, por lo que veo, a ellos y ellas también y participan con mucha ilusión.
Aquí os dejo algunas de las preciosas fotos de Azahara. Atención también a su hermanita Paola, que parecía un hada del bosque.
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