Allá por el mes de noviembre, cuando empieza a oler a Navidad, surge fuerte la necesidad de hacer fotos inspiradas en esta época mágica y especial.
No necesito pensarlo mucho porque ya hace tiempo que esta idea me anda rondando: naturaleza, rojos y verdes, luces, renos… Ya lo tengo, ¡UNA GRANJA DE ÁRBOLES DE NAVIDAD!.
Argumentos a favor: ¡¡¡ME ENCANTAAAA!!!
Argumentos en contra: Aunque los pinos son muy bonitos, no digo yo que no, en este momento lo que necesitaría es vivir en los Alpes, por ejemplo, y tener un paisaje repleto de abetos. Siendo realistas, esta opción no es demasiado viable, así que, me las tendré que apañar…
Vale, los argumentos en contra son de peso pero finalmente, ganan los argumentos a favor y conseguimos (con la ayuda de mi pareja e hijo) montar un escenario parecido a lo que ando buscando, sólo falta añadirle un@s modelos precios@s y un poquito de magia.
Y, ¡¡Vualá!! este es el resultado:
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